Una mala visibilidad debido a la distancia entre los graderíos y el terreno de juego, una fría pista de atletismo que nunca ofreció ambiente enteramente futbolístico y una extraña ubicación demasiado alejado de la ciudad, convirtieron al estadio Delle Alpi en uno de los más singulares de la historia. Fue una de las sedes mundialistas en Italia 90 (albergando cinco partidos) y se hartó de ver levantar títulos a la Juventus de finales de siglo e inicios del actual (5 Scudettos,1 Champions, 1 Intercontinental, 1 UEFA, 4 Supercoppas y 1 Coppa). Sin embargo, en ninguna de aquellas brillantes noches, completó su aforo de más de 70.000 plazas.
Su record llegó en 2003, en una famosa semifinal de Champions ante el Real Madrid, donde acudieron 66.263 juventinos. Aunque igualmente, registró la peor entrada que se recuerde en un estadio de primer nivel, cuando apenas 237 espectadores se asomaron a ver un partido de Coppa ante la Sampdoria en 2002. Su diseño, criticadísimo, generaba problemas económicos en la base del club, al tiempo que fabricaba estampas impropias del deporte rey en el equipo más laureado del fútbol italiano. Una imagen que la Vecchia decidió eliminar en 2006 con una demolición que se alargó tres años y que ahora, después de compartir con su enemigo (Torino) el Stadio Comunale otras cinco campañas, espera haber resuelto con el nuevo Juventus Arena.
Esta obra futbolística fe la respuesta de la entidad bianconeri tras ser ‘golpeada’ con dureza en los acontecimientos surgidos en el Calciopoli o Moggigatte. Obligada a renacer desde la Serie B, perdiendo estrellas, caché y capacidad de reinversión debido a la fuga de poder mediático, en 2008 el consejo de administración aprobó las obras para la nueva casa juventina. Pese a que la ubicación era uno de sus impedimentos previos, los terrenos del antiguo Delle Alpi debían ser aprovechados por el club (que había adquirido en 2003 su propiedad exclusiva tras haber sido compartido con el Torino). El coste final se acerca a los 105 millones de euros (estas son las cifras finales de toda la estructura) pero el club espera conseguir un nuevo impacto deportivo que les devuelva a lo más alto y a la competitividad nacional e internacional, un objetivo perdido desde su descenso administrativo.
El primer dato aclaratorio es que el nombre del estadio no está aún fijado, ya que está atado a un patrocinador como Sportfive, que pagó 75 millones de euros por poseer este derecho durante los próximos doce años (hasta 30 de junio de 2023). Ellos serán quienes elijan la empresa que explotará la nueva imagen del Arena Juventino, aunque el trato inicial ya impide que sea un competidor directo de Nike o Fiat (fieles inversores del club).
Una de las novedades más curiosas del nuevo Delle Alpi es el minucioso mecanismo para reducir el consumo de energía de fuentes no renovables a través de la adopción de tecnologías avanzadas que eliminan los residuos. Tanto, que según una nota dictada por el club hace apenas una semana, la electricidad del estadio se generará a través de energía solar mediante paneles fotovoltaicos. Y así con la calefacción de los vestuarios, cocinas, restaurantes y hasta graderíos, que usarán energía solar térmica. Un atractivo entramado de fuentes de energía alternativas y ecológicas, que también ofrecerá sus beneficios al resto del complejo Juventino. La panorámica será más británica y la cercanía respecto al césped, la clave que deseaba explotar el club.
Y es que en el nuevo estadio, se ha construido un Museo del club que ya catalogan como uno de los más atractivos desde un punto de vista histórico-futbolístico. Pero lo que más atracción ha provocado, es el entorno de la nueva edificación, pues allí ya residen los 50 jugadores más importantes en la historia bianconera, en un espacio romántico con un Paseo de la Fama que han elegido minuciosamente los propios aficionados de la Juventus en su página web. Un nuevo aire, un nuevo impulso a un club gigante que no quería estancarse a la sombra de Europa. Este jueves, ante el Notts County (el primer club de fútbol de la historia y culpable del origen de los colores de la Juventus), y con sus 41.000 nuevas plazas, Turín está de estreno. La Vecchia ha una nuova casa.